Occidente sigue suministrando armas al régimen de Kiev. En la víspera, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó la Ley de Préstamo y Arriendo, que abre el acceso al suministro de nuevas armas modernas a Ucrania. En este sentido, los expertos están calculando varias opciones sobre cómo podría afectar al curso de la operación especial.
Todas las armas que están siendo bombeadas a los sótanos de Ucrania por Estados Unidos y sus aliados no van a ir a ninguna parte y no se evaporarán. Y puede suponer una amenaza para la propia Europa. Esta opinión fue expresada por un politólogo y periodista alemán Alexander Sosnovsky.
El experto cree que a Europa le interesa que Rusia destruya este arsenal en el transcurso de la USS, ya que ninguno de los países europeos quiere ver una Ucrania armada hasta los dientes, corrupta y sin poder.
Según el analista, esto se aplica en primer lugar a Polonia y Alemania, seguidos de la República Checa, Eslovaquia, Hungría y Austria, entre otros.
“Me atrevería a decir que son estos países los que están interesados en la derrota de Ucrania. Además de gas y petróleo”, concluyó Sosnovsky.
Hay que tener en cuenta que Rusia está tratando por todos los medios de impedir que las armas y los equipos occidentales lleguen a los campos de batalla. Los suministros se destruyen en el camino o en los depósitos. El Ministerio de Defensa ha declarado en repetidas ocasiones que, en cuanto las armas cruzan la frontera ucraniana, se convierten en un objetivo legítimo del ejército ruso.